viernes, 16 de noviembre de 2007

De Mar y Tierra

Una tarde en la costa,
lo miré desde una punta.
Largo como una ruta,
se expandía hasta la otra.

Allí se encontraba,
mientras yo respiraba,
en mi se adentraba
y se me apoderaba.

Llegó a tal punto,
que por él daba luto.
Pero no era algo mutuo,
hasta que, por fin, cambió el rumbo.

En este nuevo mundo,
que llega a lo más profundo,
cualquiera esta desnudo
sin poder seguir su propio rumbo.

Esta canción,
que sale de mi corazón,
no habla del mar,sino de mi amor.

lunes, 8 de octubre de 2007

Despues de lo malo,
siempre esta lo bueno.
Estaba embriagado
de desconsuelo.

Ahí fue que llegaste,
pensando en algo de pasaje.
Era como un juego largo,
mas se sabe, que yo me engaño.

Despues de mucho jugar,
todo se volvió realidad.
Ya no lo puedo cambiar,
esto así, quiero dejar.

No fue simple,
hacerme mimar.
Pero lo logre
me hice amar.

Ahí fue que llegaste,
pensando en algo de pasaje.
Era como un juego largo,
mas se sabe, que yo me engaño.

No fue simple,
hacerme mimar.
Pero lo logre
me hice amar.

Después de lo malo,
siempre esta lo bueno.
Realmente agradezco,
ese viejo sufrimiento.

domingo, 24 de junio de 2007

Viejo Dicho

abri los ojos
mira la realidad
animate, enfrentala
no te dejes llevar

les respondo en singular
y no es casualidad
ambos valen uno
vos no vales.. ella vale uno

no te dejes dominar
imponete
escuchate, conocete
hacete valorar

no te escondas
asoma la cabeza
por sobre ella
al mundo real

les respondo en singular
y no es casualidad
ambos valen uno
y ni a eso llegais

a vos te hablo...
desperta!

Balance general

veo la linea
que separa
separa lo oscuro,
y lo claro.

bajo la luz de mi vela
veo todo
porque logico,
yo estoy ahi alumbrando.

pero la curiosidad mata
tengo esa necesidad
algo mueve a mis pies
los mueve hacia la linea.

estoy solo a un paso,
solo a un paso de la gran diferencia
pero todavia ciego a lo oscuro
y vidente a la luz.

levante uno de mis pies
con miedo, pero bien decidido
avancé.

es como una barrera que separa,
con un pie en cada lado
pero mi cuerpo bajo la luz
se dejaba llevar por el impulso.

si, era un impulso,
no era curiosidad ni intriga,
era la humana necesidad
de tener un balance general.

levante mi otro pie,
y a medida que mi pierna avanzava,
mi cuerpo la acompañaba.

derrepente, en lo osucro
se hizo luz.
lo de atras,
bajo escomrbos quedo.

un fuerte viento soplo
y la vela se apago,
sin poder remover los esombros
absurdamente atrapado quede.

en mi nuevo lugar,
mi lugar que otra vez, estaba oscuro
no tenía posibilidad de ver la luz
tengo que aprender a prender la vela,
porque ya esta, no hay vuelta atras.

si, era un impulso,
no era curiosidad ni intriga,
era la humana necesidad
de tener un balance general.

domingo, 6 de mayo de 2007

"Distinto"

Nunca entendí a los que me decían que hablaba boludeces. ¿Qué? ¿Por ser distinto, no sirve lo que pensás, lo que decís? ¿Qué podes hacer si no es pensar, y opinar lo que pensás? O mejor dicho: ¿De qué sirve lo que haces si no podes pensar y opinar?
Ellos, los mal llamados “distintos”, son iguales a nosotros, va... en realidad, somos todos diferentes, lo cuál nos hace ser a todos iguales desde cierto punto de vista.
Pero buen, más allá de eso, ¿solo por ser distintos merecían la falta de educación, los maltratos que reciben por los que de cierta forma están obligados a verlos y estar con ellos, y el desprecio que le tenía el resto de la sociedad?
Yo creo que no, y hasta se podría decir que ahora yo estaba sufriendo todo eso que sufren los “distintos” sólo por haber dado mi opinión, la cual era (talvez irónicamente) distinta.
Estaba en el colectivo volviendo a casa, y de pura casualidad, subió una persona con dos nenes, uno de los chicos era de ellos, era “distinto”. Una vez que se habían sentado, la mamá sacó de la cartera dos alfajores, uno blanco y uno negro, les dio uno a cada uno y enseguida el “distinto” comenzó a causar problemas porque quería el otro, la madre harta como si hubiera estado discutiendo por horas, les respondió de mala manera que él había elegido ese alfajor y que al hermano no le gustaba ese. El chico insistió y la madre le dio una cachetada diciendo “si querés come ese, sino, no comas nada”. Yo me pregunto, ¿Si eso lo hace en publico, donde no le había gritado al nene para no llamar tanto la atención, como será en su casa?
Lo hablé con mis papás, aun que era obvia su reacción, me dijeron que esa era la forma de tratarlos, y que avergonzada debería haber estado la madre de aquel niño por no haberle pagado más fuerte y no gritarle. En cuanto me levante como para oponerme mi papá me sentó de una trompada.
Me fui para mi habitación, no me podía rendir, tenía que hacerme entender, con orgullo y honor, con la frente en alto, levante la vista, me mire en el espejo y antes de poder pensar cualquier cosa, me di cuenta de todo, por eso todos me habían tratado como me habían tratado…
Claro! Ahora esta todo claro, si la idea la hubiera tenido otro hubiera servido, pero como la tuve yo no sirve, por claro, yo soy un distinto!

jueves, 26 de abril de 2007

Cerrado

Se alejaban del marco rápidamente, tal vez porque estaban siendo girados por engranajes o talvez por miedo a ser empujados, pero cada vez estaban más lejos, hasta que finalmente estaban afuera, pero afuera del marco significaba estar adentro de otro lugar. Nunca estaban libres, nunca sentían el aire, y los momentos que podían disfrutar estando afuera del marco, eran muy pocos y cada uno de esos momentos era muy corto, así que imaginen que poco tiempo al aire libre pasaban.
Su vida consistía en entrar y salir, a veces lento, a veces rápido, a veces temblorosamente y a veces con decisión, pero en definitiva, ellos le ponían el sello al contrato de un adentro y un afuera, ellos eran lo que no dejaban que ese afuera se convierta en un adentro, ellos eran los responsables de que los de adentro estén tranquilos y los de afuera intenten de forcejear y lograr entrar aunque en la mayoría de los casos no lo lograban.
¿A caso por culpa de ellos se discriminaba a los de afuera? No, no lo creo. ¿A caso por culpa de ellos los afuera se quedaban sin espacio adentro? No, tampoco lo creo cierto, y no crean que a ellos no se les cruzaban constantemente por la cabeza estas ideas, pero igualmente no les quedaba otra opción, ellos debían marcar una línea de fuego entre el afuera y el adentro.
Pero… ¿Por qué debían hacer esto? ¿No podían resistirse a los engranajes de acero inoxidable que los tironeaban? ¿Sería culpa de los engranajes, como ellos se lograban convencer el uno al otro, o en realidad serían ellos los culpables y no se daban cuenta porque no querían ver la realidad?
No lo se, no se la respuesta a todas estas preguntas, pero lo que si se, es que cada vez que yo entro a mi casa pongo llave.

lunes, 26 de marzo de 2007

Irreal, irreal, irreal… Real

-“Pero, Fede, sabes que no es así la cosa”
-“Si, claro… total ahora vos te vas con él y esta todo bien, pero ¿yo que carajo hago ahora?”
Volví a mi casa re puteando, mi chica me acababa de dejar por otro, todo mal con mis viejos… todos los problemas juntos me tenían que pasar a mi. Ahora que llegue me encierro en mi cuarto hasta la cena y cuando salga a comer no le dirijo la palabra a nadie y listo. Después me vuelvo a encerrar en mi habitación tranquilo con la computadora, bloqueo a todos y que no me joda nadie.

En el colectivo yendo al colegio me puse a pensar, lo mal que estaba mi vida, ¿qué era mi vida? Mi novia, la chica de mis sueños, mi familia y mis amigos, mis amigos. Son lo único que me queda.
Me acorde de la tarea de historia, me quería matar, me iba a terminar llevando historia. Ni siquiera en eso me puede ir bien la puta madre, ni siquiera en el colegio.

Volví del recreo con Jony y Juan, Jony tampoco hizo la tarea, pero para sorpresa nuestra, en el aula estaba nuestro tutor y nuestra preceptora, pero historia íbamos a tener igual. La profesora no faltó, yo ya la había visto.
Tenemos clase acerca de las drogas, cuando nos enteramos Jony y yo nos miramos a la vez y sonreímos.
Fue la típica charla que se hace una vez cada dos o tres meses, a veces de drogas, otras de alcohol, etc. Cuando salimos les comente a mis amigos que la verdad que a veces me gustaría poder irme a otro mundo aunque sea por un tiempo. Poder olvidarse de todo, poder elegir tu propio mundo, y si no te gusta el azul, pintarlo de verde.

Juan me había estado jodiendo toda la mañana por como me iba a retar el tipo de lengua cuando se entere que no había hecho la tarea, yo no lo podía contestar porque tenía razón.
Me separe un momento de los chicos porque quería ir al baño. Me tome una pastilla porque la cabeza me estaba matando y volví a clase.
Abrí la carpeta de lengua, y por supuesto, como me tiene de punto, al primero que le pidió que lea la respuesta fue a mí. Fui hasta la última hoja y para mi sorpresa ahí estaba la tarea hecha, era mi letra, ahora me acordaba, si la había hecho. Como tardé en empezar todos ya se estaban riendo, pero cuando conteste con la respuesta corta y precisa, tal como pedía la consigna, todos se quedaron atónitos, incluso el mismo profesor.
En el recreo salí, y con quien peor para encontrarme, con mi ex. Pensaba hacerme el boludo, pero ella vino y me saludo, y me dijo que tenía que hablar conmigo. Le pregunte que pasaba pero se dio media vuelta y se fue.
No podía imaginarme que podía ser, pero me empecé a hacer ilusiones.

Más tarde cuando llegue a mi casa, encontré una nota de mis papás que no iban a volver hasta el día siguiente a la noche, aproveché el viernes.
Esa noche hubo una gran fiesta en mi casa, en la que entre otras cosas, me había vuelto a poner de novio.

Me desperté, no había nadie pero estaban tiradas todas las botellas, bolsas de papa fritas, etc. Con pocas ganas me levante como para ordenar todo y de repente apareció mi mamá.
Empezó la gran guerra gran.

Me tome una pastilla, porque me dolía la cabeza. Sabía que iban a mejorar las cosas con mis viejos, de hecho, cuando baje, me pidieron perdón diciendo que habían exagerado las cosas que en definitiva yo era responsable de mis actos.

Pase a buscar a mi novia, me dijo que no podía salir, pero nosotros habíamos quedado que la pasaba a buscar para ir al cine, y bajo y me cago a puteadas diciéndome que lo nuestro había terminado hacía tres días ya.

Volví a mi casa, estaba mi mochila abierta tirada sobre el sillón y mi vieja con una nota del profesor de lengua por no haber hecho la tarea.

Después de volver a pelear con mi vieja, agarre todas mis cosas que ya estaban tiradas en el piso del living, la mochila, la llevé arriba y la arme de vuelta, pero tenía la sensación de que me faltaba algo…

De nuevo el colegio, de nuevo las malas notas, de nuevo cruzarme con mi novia y que ambos nos ignoremos, de nuevo las peleas con mis viejos, de nuevo todo mal… pero en definitiva, de nuevo todo confiable, de nuevo todo seguro, de nuevo todo real.

domingo, 25 de marzo de 2007

Un Nuevo Mundo


Él, Martín y ella, Guadalupe, estaban enamorados. Iban a la misma secundaria, y eran novios desde hacía once meses.
Se acercaba el gran viaje. Se irían a Bariloche de viaje de egresados en diciembre y llegarían allí el día anterior al aniversario de un año de novios.
Ambos se esforzaron por terminar aprobando todas las materias. Lo lograron.
Llegó el día tan ansiado. Estaba toda la división en la puerta del colegio esperando que subieran todos los bolsos al micro, para poder subir ellos. Martín estaba con su familia. Guadalupe también. Martín se despidió de sus padres y tomó valor para darse a conocer por los padres de Guadalupe.
-Hola, soy Martín, deben haber escuchado de mi, soy el novio de Guada.
-Un gusto -respondió el padre de Guadalupe, estrechándole la mano -. Cuidála bien a mi hija durante el viaje - agregó bromeando.
Martín tragó saliva y asintió. Se despidieron y subieron al micro.
Fue un largo viaje. Pero finalmente terminó, habían llegado a Bariloche. Se asignaron las habitaciones y fueron a acomodar los bolsos.
Una vez que Martín finalizó, se tiró sobre su cama exhausto. Charlando con sus compañeros de cuarto, se acordó que dentro de una hora cumpliría un año de novio con Guadalupe. Se lo contó a sus amigos y ellos acordaron en dejarle la habitación sola para ellos a partir de las doce.
Llegó el momento. Martín le agradeció a sus compañeros y fue a buscar a Guadalupe. Se dieron un largo beso y Martín le contó sobre la habitación. Guadalupe accedió. Una vez en la habitación, ambos empezaron a desvestirse, quedaron en ropa interior y Guadalupe le pidió a Martín que la escuchara un minutito.
-Tengo que confesarte algo- dijo -.Yo te quiero mucho y vos sabés que estoy enamorada de vos, pero todavía soy virgen.
Martín le dijo que no había problema, que la cuidaría mucho. Eso lo hizo recordar al padre de ella, pero rápidamente logró sacarse esa imagen de la cabeza.
Continuaron desvistiéndose, tras lo cual hicieron el amor apasionadamente. Luego Guadalupe se largo a llorar de la emoción. Derramaba las lágrimas sobre el hombro de Martín.
No se lo contaron a nadie, era su secreto.
La última noche del viaje, repitieron la escena. Pero antes de que Guadalupe empezara a llorar, Martín, le dio una cajita a Guadalupe, diciéndole que ahí adentro estaba todo lo que ella significaba para él. Martín hizo prometer a Guadalupe que abriría la pequeña caja, la noche siguiente, antes de acostarse. Esta vez, no lloró Guadalupe sola, sino que Martín la acompañó. Se acostaron a dormir y al día siguiente, en el micro, el uno evitó al otro por la vergüenza que sentían.
Una vez terminado el viaje, no pudieron evitar darse un largo y apasionado beso. Luego Martín le guiñó el ojo a Guadalupe, dándole a entender que esa noche antes de acostarse abriera la cajita.
Esa noche Guadalupe cenó, se bañó y luego de ponerse el pijama, abrió la cajita. En ella había una rosa… una rosa podrida y toda marchita. Al lado de la flor, había una carta que decía: “Bienvenida al mundo del sida”.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Esa Mujer

-¿Cómo que odias enamorarte Ale?- le pregunté a mi mejor amigo mientras me bajaba del colectivo. No escuché qué respondió pero no me importó, él seguía en el colectivo hasta su casa donde se bajaría, y continuaría con su monótona semana de siempre. Yo por mi lado, mientras caminaba iba viviendo la vida, disfrutándola en cada momento, me gustaba eso de querer a alguien.
Deje de caminar, ¿Era verdad? ¿Era yo feliz con mi vida? Decidí sentarme en la vereda a pensar un poco en mi vida. Era medio raro, yo ahí sentado y la gente pasando. De pronto abrí los ojos, me di cuenta de la realidad ¿Querer? No, no era solo quererla. Esa mujer tan especial, de la que me acordaba cada vez que veía a una pareja en el colectivo. Esa mujer que te parece tan perfecta tanto por afuera como por adentro. Esa mujer que cuando la ves te tiemblan las manos, te dan escalofríos y sentís cosquillas en la panza… Esa mujer que me tenía… No, no, ¿como que me tenía? Yo la tenía a ella, es decir, éramos amigos desde hacia mucho. Pero, si yo la tenía a ella: ¿Cómo es eso de que no podía dejar de pensar en ella?… ella me tenía a mí, estaba enamorado, mi alma era una posesión de ella. Ahora entendía a mi amigo Ale.
-Che pibe dale, despertate y decime la hora que me tengo que ir.- Mire el reloj sin siquiera levantar la cabeza. No llegue a decirle la hora, cuando me dijo que le de el reloj.
Estaba por darle el reloj, cuando me di cuenta que ya había perdido mi alma, que más podía perder en este mundo. Nada, definitivamente nada. Y en cambio, en otro mundo podía recuperar mi alma, mi ser.
Hizo un gesto extraño y se acerco otro chico que justo pasaba por ahí, o eso creía yo. El segundo sacó una navaja, mientras que el primero me levantaba de los pelos. Me dieron una oportunidad más, pero yo ya no estaba allí, yo estaba soñando en un nuevo mundo en el cual iba a ser libre, iba a tener mi alma, yo iba a ser dueño de mi mismo. Me quise hacer el valiente, pero fue en vano. Tomaron mi reloj de mi brazo y mi celular del bolsillo, sin dejar que yo trate de escapar...

Mientras ellos se iban caminando como si no hubiera pasado nada yo quede tirado en el piso malherido.
Pensé en ella, pense en un mundo de libertad, en un mundo de libre albedrio para mi, se me dibujo una sonrisa en el rostro...